Consejos para artesanos que quieren montar una empresa

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Los artesanos están de moda, y se ponen en cabeza resurgiendo con una gestión empresarial mucho más moderna. Una apuesta que pasa por el comercio electrónico, la innovación de materiales, el diseño de marca, la exportación y la diferenciación.

 

La artesanía no tiene nada que ver con los valores y los esquemas del actual sistema productivo. Esto, lejos de ser un obstáculo, se ha convertido en el principal pilar para el desarrollo de un modelo de negocio que encaja perfectamente en un mercado que acude a ocupar el hueco que han dejado las grandes empresas manufactureras.

Poco a poco se está consolidando este nuevo modelo aunque, como todo, tiene sus luces y sus sombras. La transición no es tan sencilla. Antes, el valor de los artículos fabricados por maestros artesanos residía esencialmente en su funcionalidad. Ahora, deben aportar un valor añadido que no tienen los objetos en serie.

Crea marca y nuevos canales

En ese proceso de adaptación, éstos son algunos de los recursos que se están empleando… o a los que se debería recurrir más:

Aumento de la venta on line. El crecimiento de la venta a través de Internet es muy importante. El problema es que algunos artesanos con talleres en el medio rural aún tienen muchas dificultades para disponer de una conexión a Internet mínimamente aceptable para incorporar estas herramientas.
Organización de los Artesanos de España (OAE). No obstante, se nota un aumento del uso de estos instrumentos. Existen bastantes iniciativas que están dando muchos frutos en cuanto a comercialización.
Más competitividad. Este factor es fundamental al referirnos a objetos con unos costes de producción superiores a los de los artículos estandarizados.
Haz hincapié en los puntos fuertes

Los productos artesanos no pueden competir en cantidad ni en precio con los fabricados en serie. Las fortalezas de este negocio residen en otros aspectos:

Productos únicos: Debido a las características de la producción, en la que el artesano interviene de principio a fin, resultan productos o servicios con características cualitativas diferenciales respecto a los industriales. Esto es lo que aprecia el consumidor y el factor determinante.
Calidad: Los productos artesanales se asocian a trabajo bien hecho, honesto, de confianza y durables.
Semillero de empresas: La artesanía tiene un gran potencial como germen de empresas industriales o de compañías con perspectivas de larga trayectoria, puesto que la mayoría de las microempresas artesanales cuentan con muchos años de existencia.
Flexibilidad ante la crisis: Las características de un taller artesanal permiten cambiar la línea de productos con la misma estructura productiva para adaptarse a las nuevas tendencias de consumo. De hecho, están ocurriendo fenómenos insospechados en países como EE UU, Reino Unido o Alemania. Aparecen nuevos artesanos con cualificación superior en carreras de diseño, bellas artes e incluso arquitectura. Son los ‘design makers’.
Ten en cuenta las dificultades

No todos son ventajas. La artesanía presenta algunas debilidades vinculadas a una idea confusa sobre este sector.
Imagen distorsionada. Hay quienes se acercan a la artesanía buscando gangas, sin considerar que se trata de trabajos únicos salidos de talleres de auténticos profesionales.
Necesidad de apoyo. Hay un problema con la percepción que tienen las Administraciones públicas y los agentes que prestan servicios a las empresas (las entidades financieras, entre otras) de que la artesanía es una actividad informal, sin peso económico.
Aunque los integrantes del sector echan en falta más apoyo, existen algunas ayudas institucionales. Cada comunidad autónoma tiene sus propios sistemas de ayuda. Las ayudas y actuaciones de apoyo al sector también vienen de parte del Ministerio de Industria, Energía y Turismo, con iniciativas como los Premios Nacionales de Artesanía, así como aquellas que nacen de la colaboración de todos los niveles administrativos.

Noticia extraída de: emprendedores.es