Javier tiene una hipoteca y anda mal de dinero desde que se quedó sin trabajo, con lo cual no ha podido pagar algunas de las cuotas del préstamo. Cuando se lo cuenta a sus padres, estos le dejan 15.000 euros para afrontar los pagos pendientes, así como alguno de futuro. Se trata de un caso hipotético, pero son muchas las personas que dan o dejan dinero a familiares o amigos que pasan una mala racha. Ahora bien, ¿qué consecuencias puede tener este gesto ante Hacienda de cara a la campaña de la Renta 2015?
El experto en fiscalidad Albert Sagués plantea diferentes escenarios en los que las derivadas variarán según cómo se haya efectuado el “préstamo”.
Si se ha hecho un ingreso en cuenta corriente: Si la trasferencia se ha hecho sin más, se puede interpretar como una donación o como un préstamo.
En el primero de los casos, la cantidad donada está sujeta a un cargo del 7% hasta los primeros 50.000 euros, una cifra que puede ascender hasta el 32% en donaciones elevadas. El profesor del Máster en Fiscalidad de la UPF Barcelona School of Management apunta que una forma de pagar menos es efectuar la donación mediante escritura pública, firmada ante notario, que está sujeta a un cargo del 5% en los primeros 200.000 euros; un 7% en los siguientes 400.000, y un 9% a partir de 600.000.
En el segundo de los casos, cuando se considere un préstamo, Hacienda exigirá la aplicación de un tipo de interés legal, habitualmente del 3%, que el hijo deberá pagar al padre, y que este deberá incluir en su declaración de la renta. Esto, indica Sagués, se puede evitar si se formaliza ante la Generalitat un documento válido que certifique ex ante que se realiza un préstamo entre familiares sin intereses.
Si se ha hecho el ingreso en efectivo. Para el experto, este es el peor error, ya que en caso de inspección se puede concluir que es dinero negro, y la falta de una conexión fehaciente entre la salida y el ingreso de la cantidad puede conllevar muchos problemas. “Se puede acabar pagando hasta el 48%, ya que según que inspector no aceptará como prueba el hecho de que el progenitor haya efectuado una retirada de dinero por la misma cantidad”, destaca Sagués.
Pagos entre amigos
Otra situación frecuente es aquella en la que un grupo de amigos se va de viaje o compra un regalo de forma conjunta. En muchas ocasiones, es una persona quien hace el pago y el resto le hacen pequeños ingresos correspondientes a su parte.
“Difícilmente Hacienda irá a perseguir estos ingresos, pero lo que puede pasar es que se estén revisando las cuentas de un autónomo y, al ver esas cantidades, el inspector deduzca que se trata de trabajos cobrados en negro”, detalla Sagués.
Para evitar complicaciones, el experto recomienda que cuando se den estos casos se especifique de forma clara a qué corresponde cada trasferencia.
Noticia extraída de: la vanguardia.com