La gestión del tiempo, un elemento clave para las pymes

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La productividad de una empresa se relaciona directamente con la realización eficaz y de calidad de todas las tareas necesarias para completar sus objetivos y metas, destacando entre los factores imprescindibles para obtener la máxima eficiencia una adecuada gestión del tiempo.

La mayoría de autónomos, emprendedores y pymes necesitan dedicar proporcionalmente más tiempo que otras empresas de mayor volumen y recursos para poder llevar a cabo todas las labores que demandan sus negocios, algo que resulta crítico a la hora de mejorar el rendimiento y la eficiencia en un mundo empresarial tan competitivo como el actual.

Gestionar correctamente la ejecución de las tareas puede suponer no sólo un ahorro de costes sino también una forma de ampliar el margen de maniobra, la flexibilidad y la capacidad de producción, consiguiendo así un manejo eficiente de las tareas para conseguir resultados óptimos.

En este aspecto, la productividad personal es un factor a considerar en el funcionamiento de una empresa y consiste en la capacidad para conseguir resultados individuales de una forma fluida mediante la realización de las tareas y acciones asignadas.

Ante esta tensión entre los intereses de la empresa y sus trabajadores, una correcta conciliación permite equilibrar sus necesidades y una adecuada implantación del modelo permite entre otras la mejora en la satisfacción y motivación personal, el fortalecimiento de la lealtad con la compañía, la ampliación del prestigio de la empresa y el aumento de la eficiencia y competitividad, entre otros beneficios.

Esta asignación de recursos disponibles a cada proyecto en función de criterios de rentabilidad para la empresa está ya completamente implantada en las grandes compañías pero se extiende también a las pymes en los últimos tiempos, obligadas a adaptarse a las necesidades de cada momento para lograr la mayor eficiencia en la consecución de sus resultados.

Más allá de la adopción de modelos generales orientados a optimizar el rendimiento desde la administración por procesos, hay aplicaciones concretas que las empresas pueden aplicar como la adopción de software que permita gestionar las horas de trabajo de cada empleado en las tareas asignadas, la implantación de equipos adaptados a las funciones particulares que cada uno deba llevar a cabo o la adaptación de tareas complementarias a las demandas de cada uno para afinar los procedimientos de trabajo.

Un ejemplo práctico de este último caso sería el denominado MWS 4.0 (Managed Workspace Service 4.0), la evolución de las soluciones de impresión gestionadas que engloba el ecosistema completo de impresión como parte del proceso productivo integral.

«La evolución al MWS 4.0 supone la convergencia de los ámbitos de sistemas personales e impresión en el puesto de usuario, permitiendo optimizar el rendimiento tanto del usuario como de los procesos de tecnologías de la información», señala Montse Serra, directora general de Servicios y Soluciones de HP Inc. España y Portugal.

«Un ejemplo de este valor diferencial son las soluciones de seguridad, en las que el conocimiento y la innovación en el área de sistemas personales se ha aplicado a las soluciones de impresión, lo que nos ha proporcionado una importante ventaja competitiva. Esta convergencia es clave en nuestra estrategia».

Noticia extraida de: eleconomista.es