Los nueve errores más comunes que se cometen al montar una empresa

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Se puede aprender del fracaso, pero a nadie le gusta irse a pique, y hay una serie de errores que es mejor conocer antes de montar una ‘start up’.

El emprendimiento está rodeado de un halo de glamour, que parece que lo justifica todo. Pero basta hablar con cualquier empresario, incluidos los más exitosos, para comprobar que montar una compañía es siempre más duro que lo que parece. Sí, se puede aprender del fracaso, pero a nadie le gusta irse a pique, y hay una serie de errores comunes que es mejor conocer antes de embarcarse en una aventura empresarial.

Darren Marble es el CEO de CrowdfundX, una empresa de que utiliza la inteligencia artificial y el marketing digital para ayudar a sus clientes, principalmente startups, a adquirir inversores minoristas y accionistas a gran escala. Marble no solo conoce casos de cientos de empresas, además cuenta con una alargada experiencia como emprendedor. Es por ello que su selección de los nueve errores más comunes de cualquier start up, que ha publicado en Inc., es especialmente valiosa. Son estos:

1. No montes una empresa sin un socio técnico

Este consejo, como apunta Marble, es especialmente importante en una compañía tecnológica, pero es aplicable a la mayoría de los sectores. Por muy buena que sea la idea que tengas, y aunque cuentes con el suficiente dinero para montar una empresa casi en solitario, necesitas tener desde el principio a alguien que sepa aplicar tu invento. Hay gente que monta un bar sin tener ningún socio con experiencia en hostelería: mal asunto.

2. No resuelvas un problema que tenga poca gente

¿Estás pensando en crear unas zapatillas especiales para jugar a la cesta punta? La clave de la innovación reside en encontrar una forma novedosa de resolver un problema dado, pero si este problema solo afecta a un puñado de personas tu empresa no tiene un gran futuro. “Piensa en grande”, apunta Marble, “busca oportunidades en el mercado de masas”.

3. Crea un vesting de acciones de cuatro años

El vesting consiste básicamente en establecer un tiempo mínimo de permanencia en la compañía por parte de cada uno de los socios para recibir la totalidad del paquete de acciones acordado en un principio. Esto obliga a todos los socios a comprometerse con la compañía y protege a todas las partes frente a malentendidos y accidentes. No es sencillo cultivar y mantener una buena relación con el resto del equipo fundador, y este tipo de medidas ayudan a establecer unas reglas claras desde el primer momento.

Mejor tener las condiciones de la empresa bien atadas / Pixabay

Mejor tener las condiciones de la empresa bien atadas / Pixabay

4. No repartas las acciones en partes iguales

Aunque es tentador dividir las empresas en partes iguales, es también muy peligroso, pues cualquier discusión puede llevaros a pique. En realidad, siempre hay un socio que aporta mayor valor, y está bien que este tenga un mayor porcentaje. “La clave es evaluar el valor percibido de cada socio en el negocio y negociar en consecuencia”, apunta Marble.

5. Deja de pedir dinero: resuelve problemas

Es tentador pensar que lo que necesitas para que una empresa funciona es una mayor financiación, pero, aunque es cierto que siempre es necesaria una cierta cantidad de capital, debes poder presentar un producto o servicio antes de que tu empresa crezca lo más mínimo. Si consigues crear un producto o servicio y venderlo el dinero empezará a fluir, pero no antes.

6. Céntrate en un solo producto

El que mucho abarca poco aprieta. Llegará una etapa del negocio en el que tengas que plantearte diversificar y ampliar la gama que ofertas, pero lo primero que debes lograr es tener un producto o servicio que sea lo suficientemente bueno y especial para que la gente quiera comprarlo. Hoy en día Oracle vende una suite integrada con diversas aplicaciones, pero cuando Larry Ellison fundó la compañía en 1977 solo vendía una cosa: una base de datos. Así ocurre con la mayoría de las compañías exitosas.

7. No tengas miedo a cambiar el modelo de negocio

Es muy probable que al poco tiempo de empezar a funcionar te des cuenta que el modelo de negocio que habías pensado en un principio no es el acertado, y que los ingresos vienen más fácilmente por otro lado. YouTube empezó siendo un sitio de citas por vídeo y Twitter una red de podcast, pero pronto vieron que era mejor apostar por otro enfoque. Los inicios de un negocio son un ejercicio constante de ensayo-error, y debes de estar dispuesto a hacer cambios radicales que potencien las partes que sí funcionen del negocio y condenen las que no lo hacen.

8. Genera ingresos recurrentes lo antes posible

Es imposible mantener un negocio en el tiempo si no tienes una fuente de ingresos constante. Al comenzar una empresa siempre hay momentos en los que se gana y otros en los que no, pero para que un negocio sea viable en el tiempo tiene que generar en algún punto ingresos recurrentes, que le den predictibilidad y consistencia y permitan, por ejemplo, mantener una plantilla sin que los socios tengan que renunciar a sus ingresos a la primera de cambio.

9. Cuando crezcan los ingresos, vigila los gastos

No hay nada peor que lograr que arranque una empresa y, cuando todo va sobre raíles, acabar fracasando por no saber controlar los gastos. No te vengas arriba nunca, pues cualquier negocio puede irse a pique si se gasta demasiado. “Sea disciplinado y frugal con el efectivo que ha ganado con esfuerzo: nunca se sabe cuándo podría necesitarlo”, concluye Marble.

Noticia extraída de: lainformación.com