Hay seis apartados que debes tener muy claros cuando estás echando cuentas para sacar adelante un proyecto.
Si eres capaz de estimar los costes que vas a tener que asumir, si tienes el dinero o vas a ser capaz de conseguirlo –y de devolverlo–, y tienes más o menos una idea de tus precios, ya puedes comenzar a evaluar la viabilidad de tu idea de negocio. Empieza por analizar estos seis puntos:
1. Qué gastos generará tu empresa: nóminas, electricidad, teléfono, material de oficina, gastos de representación, desplazamientos, gastos financieros, bancarios y de publicidad para conseguir tus objetivos. Tienes que fijar cuál va a ser el número de trabajadores que vas a necesitar en una primera fase y a qué número de empleados vas a querer llegar después.
2. Gastos iniciales: escrituras, notaría, impuestos locales y regionales… todos aquellos gastos que se generarán al inicio de la actividad de tu empresa. (Estos gastos rondan entre los 400 euros y los 1.800 euros, dependiendo del tipo de negocio, de la personalidad jurídica del negocio, del Ayuntamiento y de la Comunidad en la que pongas en marcha tu negocio.)
3. Fecha en la que vas a comenzar a obtener ingresos: tienes que tener en cuenta el tipo de servicio que vas a prestar o el tipo de producto que vas a producir y los plazos de cobro que se van a establecer –aquí se aconseja no ser excesivamente optimista–. Para ello tienes que evaluar cuál va a ser tu volumen de ventas.
4. Gastos de proveedores. Qué necesitas para prestar tu servicio o elaborar tu producto. Tienes que calcular tanto el tiempo de realización como el stock que vas a necesitar –habrá momentos en el que tendrá una rotación, otros en los que necesitarás dinero para comprarlo, y otros en los que te sobre liquidez–. Ten en cuenta también que los proveedores, en las primeras compras, lo más seguro es que te exijan un pago al contado.
5. ¿Sabes para qué quieres exactamente el dinero? ¿Cuál es la finalidad de la financiación?: No es lo mismo necesitar dinero para pagar a los proveedores que para comprar una máquina.
6. El dinero hay que devolverlo luego. Deberás analizar, en función de tus previsiones más realistas –menos optimistas–, la capacidad que tienes o tendrás para devolver la financiación que has recibido y cuánto tiempo tardarás en hacerlo. Tienes que llevar a cabo una previsión de ingresos y gastos mensuales para hacerte una idea de cuánto dinero podrás ir devolviendo al mes.
Noticia extraída de: emprendedores.es