5 errores que van a echar al traste tu presentación ante inversores

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Evita estas trampas

Debes pensar que no eres el primero ni el último que pide dinero, ni que tu idea es lo que más vale…

Ya sabes lo que le gusta escuchar a los inversores: además de productos que satisfacen una necesidad clara en el mercado y que ya tienen clientes dispuestos a pagar por ellos en un número suficiente que hace claramente viable el negocio, buscan proyectos que sean eficientes en el uso del capital.

¿Y lo que no hay que hacer nunca? Recuperamos los mejores consejos de una guía práctica del IGAPE, elaborada por la consultora Promove, para evitar metar la pata cuando buscamos inversores o socios para nuestro negocio.

1. Miedo al robo de la idea: «Un inversor no sólo analiza la idea. De hecho, una buena idea en manos de un “mal emprendedor” puede hacer fracasar el proyecto. El emprendedor, el equipo, la oportunidad de negocio y la cohesión de estos y otros factores son los que dan credibilidad al proyecto. En el caso de que el cuadro societario cuente con una persona con perfil comercial, probablemente la presentación deba recaer en esta persona», explican.

2. Ambigüedad y dispersión: «Probablemente el inversor ha escuchado otras muchas presentaciones antes y le queden otras muchas por escuchar después, así que se recomienda ser directo y conciso, para no generar la sensación de pérdida de tiempo mientras se escucha la presentación».

3. Improvisación en la presentación: «No se debe improvisar. Es preferible tener la presentación preparada, si bien puede ser necesaria cierta dosis de naturalidad cuando el objetivo sea dinamizar una presentación que esté resultando aburrida. Para la preparación puede ser interesante utilizar grabadora, vídeos o voluntarios dispuestos a realizar críticas constructivas sobre el nivel de interés que despierta la idea y la forma de ser presentada. Esto generará un nivel de confianza en el emprendedor que se puede transformar en credibilidad para el inversor».

4. Ignorar la competencia: «La competencia puede ser directa o indirecta. Un producto sustitutivo puede ejercer una competencia agresiva, si cubre la misma necesidad que el producto que se presenta. La competitividad existe y el emprendedor ha de centrarse en la ventaja diferencial y el posicionamiento de su producto en el mercado frente a la competencia».

5. No cerrar la presentación: «La presentación se cierra con una conclusión que se traduzca en recuperación del dinero, concretando como y cuando se empezarán a obtener beneficios. Cuanto más sólido y coherente sea el planteamiento, más convincente resultará para el inversor».

Noticia extraída de: emprendedores.es